Sánchez prepara un Real Decreto para tumbar el sablazo a las eléctricas y choca con Podemos
Pedro Sánchez acaba de prometer dar marcha atrás a buena parte de su sablazo fiscal a las eléctricas. Pero lo ha hecho por medio de un mero pacto con las compañías. El texto legal original, el Real Decreto que recoge un atraco de más de 2.600 millones de euros a las energéticas, ha logrado su convalidación parlamentaria mientras. Eso significa que Sánchez aún debe dar marcha atrás. Y la batalla con Podemos no ha tardado en desatarse. Sánchez quiere un Real Decreto que anule su texto previo y Podemos ha puesto el grito en el cielo.
Sánchez ha sellado una tregua con las empresas. No lo hizo por gusto, sino porque Bruselas no tardó en avisarle de que su medida era contraria a la libre competencia. Y, por si fuera poco, uno de sus socios políticos, PNV, amenazó al presidente, directamente, con hacer saltar por los aires el Gobierno.
Pero esa reforma necesita una forma legal y una aprobación oficial. Porque lo cierto es que el Real Decreto que regula la confiscación de 2.600 millones ya ha sido convalidado por el Congreso de los Diputados. Y eso significa que, si no se anula, entra en vigor.
Sánchez quiere hacerlo por medio de un nuevo Real Decreto. Y Podemos no lo acepta. Lo que significa que la batalla está servida. El presidente pactó, de hecho, con las mismas empresas a las que acusaba hace sólo unas semanas de lucrarse con la subida de la luz y el sufrimiento ajeno. Y lo ha hecho desmontando un Real Decreto que pactó con Podemos para atacar a las energéticas. Por todo ello, las aguas no están tranquilas en el Gobierno, ni mucho menos.
Pero Sánchez no está dispuesto a que Podemos le apriete más las tuercas con las eléctricas. Primero se negó a tramitar el Real Decreto como ley, porque eso hubiese abierto la posibilidad de que los de Ione Belarra presentasen enmiendas a la reforma. Y ahora pretende hacer saltar la reforma entera con un nuevo texto, modificado de arriba a abajo, y tramitado como un nuevo Real Decreto.
Lo cierto es que a Podemos no le ha sentado nada bien que el Gobierno de Pedro Sánchez, del que son socios, haya pactado con las principales compañías eléctricas del país minorar el ‘sablazo’ de, oficialmente, 2.600 millones de euros, pero en la realidad y según los cálculos de las compañías, de 4.000, millones con el que pretendían esquilmar los beneficios de las compañías.
Tampoco le ha gustado a Podemos la victoria política del PNV, cuya presión sobre Sánchez ha ayudado. Y, menos aún, que el PSOE acepte las presiones de Bruselas para mitigar el golpe a las energéticas. Por ello, el partido de Ione Belarra pide ya directamente la nacionalización de las eléctricas, una vía de escape al alto coste electoral que supondrá para los de Podemos el impacto del recibo de la luz en todos los consumidores.
Podemos comienza a plantar de nuevo cara a Pedro Sánchez a costa del precio de la luz. La ministra Ione Belarra ha pedido ya, de este modo, que se aplique cuanto antes el artículo 128 de la Constitución, que dice que «toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general». Pero lo que en realidad quiere Podemos es una nacionalización encubierta de un sector estratégico, precisamente, porque ve que su pacto con Sánchez para acosar a las eléctricas se ha ido, al menos parcialmente, por el sumidero.